Cuidarse después de las comilonas navideñas
La Navidad es una época de reuniones y de celebraciones, aunque tanta fiesta siempre trae algún desajuste consigo. Esto, para el paciente de xerostomía, puede suponer un empeoramiento de sus síntomas. A continuación te damos una serie de consejos para que vuelvas a tener el control de tu situación:
- No alterar los buenos hábitos adquiridos durante el resto del año. Durante estos días es cierto que es prácticamente imposible seguir con las rutinas dietéticas que ya hemos desarrollado, pero si minimizamos el cambio, evidentemente luego tendremos que trabajar menos en recuperar lo que habíamos perdido. Por ejemplo, si eres la persona que cocina, recuerda utilizar elementos amigos, como el queso curado al terminar las comidas o emplear saborizantes en las comidas.
- Consultar con tu odontólogo. El dentista puede ayudarte a valorar hasta qué punto las navidades han pasado factura en tu boca. Él, junto con el especialista, son los únicos que pueden ayudarte a controlar una vez más tu enfermedad base, así como sus síntomas (incluyendo la xerostomía). Este es el primer paso para vuelta a la normalidad.
- Evitar los alimentos irritantes. Por ejemplo, es recomendable que no ingieras alimentos secos, ásperos, picantes, ácidos, demasiado salados o a temperaturas extremas. Con ellos solo conseguirás irritar la mucosa bucal, lo que empeorará tu situación. Además, intenta evitar los alimentos que se adhieren a los dientes, ya que te podrán provocar con más facilidad una caries.
- Llevar a cabo una higiene bucodental exhaustiva. Las personas que sufren sequedad bucal tienen un mayor riesgo de desgaste y erosión en sus dientes, por lo que deben evitar cepillarse los dientes inmediatamente después de consumir alimentos cítricos y bebidas ácidas. De esta forma se consigue dejar un tiempo prudencial para que se produzca la remineralización. Consumir chicles sin azúcar, además, puede ayudarte tanto a recudir la tasa de desarrollo de caries como a mejorar el proceso de reparación de los dientes, ya que contienen minerales como calcio, fosfato o flúor.
Aumentar la ingesta de flúor. Este elemento inhibe la desmineralización de los dientes y aumenta la dureza del esmalte de los dientes, haciéndole menos soluble a los ácidos. Así, si consumes una cantidad adecuada, conseguirás endurecer tu esmalte, lo que te ayudará, a su vez, a prevenir y controlar la caries.